Letters mosaic
Volver al blog

¿Por qué es tan lento mi WiFi? Las causas más comunes

WiFi lento, soluciones

La velocidad real de la conexión WiFi no siempre está a la altura de lo contratado con el proveedor de servicios de internet. La solución a esta fuente continua de frustración puede ser tan sencilla como cambiar la ubicación del router.

La presencia de obstáculos físicos en el entorno al que queremos dar cobertura, como muros y puertas, es un factor muy importante en la calidad de la señal. La velocidad de conexión también se puede ver lastrada por las características del router, la congestión de red o la priorización de aplicaciones que demandan mucho ancho de banda.

En este artículo, te explicamos cómo detectar dónde está el problema y te damos estrategias para mejorar la velocidad de tu WiFi.

Herramientas para analizar tu conexión WiFi

Si notas que tu red WiFi va demasiado lenta, el primer paso es realizar un diagnóstico de red. Te recomendamos medir diferentes parámetros para obtener una panorámica detallada de la red y ver dónde está funcionando por debajo de los niveles óptimos.

Test de Velocidad (Speed Test)

Realiza un test de velocidad utilizando herramientas como Speedtest.net para medir la velocidad de descarga, carga y latencia (ping). Esto te dará una idea clara de la velocidad real que estás obteniendo en comparación con la velocidad contratada con tu proveedor de servicios de Internet (ISP, Internet Service Provider).

Medición de Latencia y Pérdida de Paquetes

Utiliza el comando ping para medir la latencia y detectar la pérdida de paquetes. Por ejemplo, en una terminal puedes ejecutar:

ping -c 100 <dirección_del_router>

Esto enviará 100 paquetes al router y mostrará la latencia promedio, así como la cantidad de paquetes perdidos. Una alta latencia o una pérdida de paquetes significativa indica problemas en la conexión.

Según los valores de ping obtenidos, consideramos la calidad de la conexión:

  • 0 a 30 ms: Excelente. Latencia muy baja, ideal para todas las actividades en línea.
  • 30 a 50 ms: Muy bueno. Apto para casi todas las tareas, incluyendo videojuegos y videollamadas.
  • 50 a 100 ms: Bueno. Aceptable para la mayoría de actividades, pero puede haber un leve retraso en tareas sensibles a la latencia, como videojuegos o videollamadas en alta resolución.
  • 100 a 200 ms: Regular. Notorio retraso en juegos en línea o videollamadas. Navegación aún posible, pero con cierto lag.
  • 200 a 300 ms: Problema significativo. Retrasos evidentes, dificultando la mayoría de las actividades en línea.
  • Más de 300 ms: Inaceptable. Alta latencia con desconexiones y mala experiencia en casi cualquier actividad.

Análisis de la Tasa de Reenvío de Paquetes (Packet Retransmission Rate)

Analiza la tasa de reenvío de paquetes en tu red. Una alta tasa de reenvío puede indicar problemas de interferencia o señal débil. Puedes utilizar herramientas avanzadas de análisis de red para monitorear esta métrica. En routers avanzados, puedes encontrar esta información en la interfaz de administración del dispositivo.

Medición de la Intensidad de la Señal (RSSI – Received Signal Strength Indicator)

Mide la intensidad de la señal WiFi en diferentes ubicaciones dentro de tu casa o empresa. Esto se puede hacer utilizando aplicaciones móviles que muestran el valor de RSSI en dBm. Valores de RSSI entre -30 dBm y -70 dBm son generalmente aceptables, mientras que valores por debajo de -70 dBm pueden indicar una señal débil.

Análisis del Espectro de Frecuencia

Realiza un análisis del espectro para identificar interferencias en los canales WiFi. Esto implica escanear los canales disponibles en las bandas de 2.4 GHz y 5 GHz para ver cuál es el menos congestionado. Dispositivos como routers avanzados o herramientas de análisis de red, como Acrylic Wi-Fi Heatmaps, te permitirán visualizar esta información y ajustar el canal WiFi en consecuencia.

Si los test de rendimiento muestran problemas con la intensidad de señal, la causa puede ser la presencia de demasiados obstáculos físicos entre el router y los dispositivos conectados a la WiFi.

La señal WiFi se debilita al atravesar obstáculos

Por lo general, dentro de una vivienda, oficinas o almacenes, encontramos elementos constructivos de todo tipo que pueden hacer que la señal se atenúe o genere rebotes que afectan a la velocidad WiFi.

Pueden ser puertas de madera, paredes de ladrillo o cartón yeso (pladur), cristaleras, ventanas e incluso puertas metálicas. Dependiendo del material, la interferencia es mayor o menor. Veámoslo con un ejemplo.

Supongamos que una red WiFi al aire libre sin obstáculos tiene un alcance de 100 metros. Este dato se acerca a la realidad, pero depende de la antena y la potencia de emisión. Calculamos la distancia a la que llega la señal WiFi con al menos un valor de RSSI de -80dbi, un valor extremo a partir del cual la conexión se ve seriamente afectada. Obtenemos los siguientes valores:

MaterialAtenuación promedio (dB)Espesor típicoAtenuación total (dB)Nuevo alcance (m)
Aire (sin obstáculos)0 dBN/A0 dB100 m
Vidrio delgado2 dB5 mm2 dB79.4 m
Madera4 dB5 cm4 dB63.1 m
Pared de ladrillo8 dB15 cm8 dB39.8 m
Pladur3 dB12 mm3 dB70.7 m
Hormigón15 dB20 cm15 dB17.8 m
Metal25 dB5 mm25 dB5.6 m
Agua (acuarios, etc.)12 dB30 cm12 dB25.1 m

Teniendo en cuenta esto, es interesante dimensionar la red adecuadamente, hacer un diseño predictivo sobre plano y, posteriormente, realizar un Site Survey (análisis del entorno de red in situ) para confirmar que la ubicación del router y los APs (puntos de acceso) proporciona una cobertura y velocidad adecuada a pesar de los obstáculos.

Un router actualizado es tu aliado

El router es muy importante a la hora de tener la mejor velocidad WiFi. Al fin y al cabo, es el punto original desde el que se emite la señal.

Hay 3 factores principales a tener en cuenta:

Versión del protocolo 802.11 que soporte

La versión del protocolo determina la velocidad y la eficiencia de la red. Por ejemplo, un router con WiFi 6 (802.11ax) es significativamente más rápido y eficiente en el manejo de múltiples dispositivos que uno con WiFi 5 (802.11ac) o versiones anteriores como 802.11n. WiFi 6 también introduce mejoras en la gestión de la red y la reducción de interferencias.

Es importante también que la versión del protocolo implemente QoS (Quality of Service o calidad de servicio) para poder priorizar el tráfico importante y que no se vea ralentizado. Eso sí, para que se le pueda sacar la máxima velocidad, el cliente tiene que soportar también estas últimas versiones del protocolo para poder comunicarse lo más rápido posible.

Potencia de emisión y antena

La potencia de transmisión del router afecta directamente el alcance y la intensidad de la señal. Un router con mayor potencia de emisión puede cubrir más área con un nivel de señal más elevado, lo cual permite tener tasas de transferencia más altas.

La gran mayoría de los routers permiten cambiar la antena. Si es tu caso, puedes comprar antenas más potentes para mejorar el alcance.

Hay que tener en cuenta que el cliente también tiene que ser capaz de emitir con la suficiente potencia para que la señal le llegue al router de una manera adecuada y permita altas velocidades.

Capacidad de procesamiento del router

El procesador del router y su capacidad de manejar múltiples conexiones y tráfico simultáneo son críticos, especialmente en redes con muchos dispositivos. Routers con procesadores más potentes y mayor RAM son mejores para gestionar un uso intensivo sin degradar el rendimiento. Esto es especialmente importante en entornos empresariales o hogares con muchos usuarios conectados.

El firmware es interesante tenerlo al día, ya que puede haber cambios significativos y corrección de errores que pueden hacer que la conexión vaya más rápido, así como nuevas configuraciones de QoS, etc.

En el caso de que únicamente dispongamos de un router, lo ideal es colocarlo en el punto central. Sin embargo, si hay obstáculos por el medio, la señal llegara más débil y puede ser interesante colocarlo más cerca de donde necesitemos una conexión más rápida, como puede ser un despacho o una televisión.

Cuantos más dispositivos, menos velocidad

Otra de las causas habituales que provocan una experiencia de conexión lenta es un exceso de dispositivos conectados a la red WiFi. El número de dispositivos puede afectar a la velocidad percibida debido a varios factores:

Ancho de banda compartido

El ancho de banda total disponible se reparte entre todos los dispositivos conectados. Cuantos más dispositivos estén utilizando la red simultáneamente, menos ancho de banda hay disponible para cada uno, lo que reduce la velocidad real.

Colisiones de señales

Cuando varios dispositivos transmiten al mismo tiempo, pueden ocurrir colisiones de señales, lo que provoca tener que realizar retransmisiones y una disminución de la eficiencia de la red. El tiempo de emisión para cada dispositivo es único, es decir, no pueden estar emitiendo dos dispositivos simultáneamente, se tienen que poner de acuerdo para no solaparse. Cuantos más haya, menos tiempo para cada uno.

Sobrecarga del router

Si el router no tiene suficiente capacidad de procesamiento o memoria para manejar un gran número de dispositivos simultáneamente, su rendimiento puede verse afectado, lo que lleva a una degradación general de la red y mayores latencias.

Un buen router que soporte los últimos estándares y bien dimensionado de hardware debería ser más que capaz de ofrecer una experiencia de usuario. A la hora de comparar un router, es importante tener en cuenta el número de dispositivos que soporta según el fabricante, la potencia de emisión y estándares, así como analizar qué tipo de dispositivos vamos a conectarle.

Una buena elección es conectar por 2.4 GHz todo aquello que no requiera altas velocidades, como pueden ser dispositivos IOT, domótica, teléfonos móviles y conectar por 5 GHz los ordenadores de trabajo, videoconsolas. Y si tenemos la posibilidad de 6 GHz, distribuir aún más los dispositivos por las diferentes bandas, de manera que la congestión de la banda no sea un problema.

Algunas aplicaciones lastran la velocidad de la WiFi

El uso que hacemos de la conexión WiFi también tiene un efecto sobre el rendimiento de la red. En concreto, existen aplicaciones más demandantes de ancho de banda que pueden afectar a la velocidad:

  • Streaming de video en HD/4K: Consume mucho ancho de banda de forma continua. Entre 1 y 3 Gigas por hora para HD (720p) y entre 3 y 5 GB para Full HD (1080p). En el caso de Ultra HD 4K estamos hablado de entre 7 y 15 Gigas por hora.
  • Descargas/subidas grandes como backups o torrents: Usa múltiples conexiones simultáneas y gran cantidad de datos.
  • Videoconferencias: Necesitan un flujo constante de datos y son sensibles a la latencia. No consumen mucho ancho de banda ni requieren mucha velocidad, pero sí que no haya cortes ni demoras en la conexión y que sea estable y constante.
  • Juegos en línea: Consumen mucho ancho de banda y requieren baja latencia.
  • Actualizaciones automáticas: Descargan grandes archivos sin que el usuario lo note. Si tenemos contratado un plan de tráfico limitado en Gigas, hay que tenerlo muy en cuenta, ya que nos puede consumir todo el tráfico contratado.
  • Aplicaciones de realidad aumentada/virtual (AR/VR): Consumen hasta 5 Gigas de datos por hora y necesitan una baja latencia.

Los efectos en la velocidad de la conexión se harán notar más si tenemos otros dispositivos, o nosotros mismos, haciendo uso de estas aplicaciones de forma simultánea.

Estrategias para mejorar la velocidad WiFi

Como hemos visto, aunque tengamos contratada la máxima velocidad con el proveedor de servicios de internet, podemos experimentar una velocidad baja en nuestra conexión dependiendo de las características del router, su ubicación, la congestión de la red, el número de dispositivos conectados o las aplicaciones que usamos.

Una vez identificado el problema, podemos aplicar diferentes estrategias para mejorar la velocidad WiFi:

  • Cambiar el router por uno mejor: Mejora la velocidad y capacidad de gestionar más dispositivos con WiFi 6.
  • Optimizar la ubicación del router: Colócalo en una zona central, elevada y sin obstáculos.
  • Usar repetidores o WiFi Mesh: Mejora la cobertura en áreas grandes o con muchas barreras.
  • Elegir el canal adecuado: Evita interferencias usando el canal menos congestionado.
  • Dividir dispositivos entre 2.4 GHz, 5 y 6 GHz: Asigna dispositivos según demanda para mejor rendimiento.
  • Actualizar el firmware: Mantén el router optimizado y seguro.
  • Reducir interferencias: Aleja el router de dispositivos que operen en la misma frecuencia (Bluetooth, ZigBee, etc.).

Además de las recomendaciones anteriores, hay otras medidas que puedes tomar para obtener una mejora de la Calidad del Servicio (QoS):

  • Priorizar tráfico crítico: Asignar más ancho de banda a videollamadas, streaming o juegos.
  • Límites de ancho de banda: Evitar que aplicaciones o dispositivos de baja prioridad consuman todo el ancho de banda.
  • QoS por aplicación: Priorizar el tráfico según el tipo de aplicación (vídeo, descargas, etc.).
  • QoS por dispositivo: Asegurar que dispositivos importantes tengan siempre buen ancho de banda.

Siguiendo estos consejos, puedes mejorar la velocidad de tu WiFi y sacarle el máximo rendimiento al servicio de internet que has contratado.